¿Cómo cambiar una llanta ponchada? Te explicamos
Enfrentarse a una llanta ponchada en plena carretera es una situación que nadie desea, pero que puede ocurrir en los momentos menos esperados. Es por esto que saber cómo cambiar una llanta ponchada es una forma de proteger tu tiempo y dinero al evitar el costo y la espera de asistencia en carretera.
Las llantas pueden dañarse por diversas razones: un clavo en el camino, un bache profundo o incluso el desgaste natural de las mismas. Estos imprevistos no discriminan entre un viaje corto en la ciudad o una aventura en carretera, por lo que aprender a cambiar una llanta ponchada puede ser el recurso que haga la diferencia entre seguir tu trayecto sin complicaciones o quedarte varado.
A lo largo de esta guía, aprenderás los pasos necesarios para cambiar una llanta ponchada de forma segura y eficiente.
Herramientas y preparación
Contar con las herramientas correctas es indispensable. Estos son los elementos imprescindibles que debes llevar en tu auto:
Antes de empezar a cambiar la llanta ponchada, debes preparar el entorno para evitar accidentes y garantizar tu seguridad:
Paso a paso para cambiar una llanta ponchada de manera segura
Cuando te enfrentas a una llanta ponchada, seguir un proceso paso a paso es muy importante para cambiarla sin contratiempos. A continuación, te explicamos cómo hacerlo de manera sencilla y segura.
Afloja las tuercas:
Antes de levantar el vehículo, utiliza la llave de cruz para aflojar las tuercas de la llanta ponchada. Realiza este paso con el auto aún en el suelo, pues así evitarás que la llanta gire al intentar soltar las tuercas. Da solo un giro inicial a cada tuerca para aflojarlas sin retirarlas por completo.
Levanta el vehículo:
Coloca el gato hidráulico en el punto de apoyo adecuado, generalmente indicado en el chasis del auto. Asegúrate de seguir las instrucciones para operarlo de forma segura. Eleva el vehículo hasta que la llanta ponchada esté completamente separada del suelo, dejando suficiente espacio para removerla y colocar la nueva.
Retira la llanta ponchada:
Una vez que el auto está elevado, termina de desenroscar las tuercas y colócalas en un lugar seguro. Extrae la llanta ponchada con cuidado, sosteniéndola firmemente para evitar que caiga de manera abrupta.
Coloca la llanta de refacción:
Alinea la llanta de refacción con los pernos y empújala hasta que quede bien ajustada. Este paso requiere precisión para garantizar que la llanta esté correctamente asentada y lista para ser asegurada.
Ajusta las tuercas:
Coloca nuevamente las tuercas y apriétalas a mano, siguiendo un patrón cruzado para distribuir la presión de forma equilibrada. Una vez ajustadas, utiliza la llave de cruz para apretarlas firmemente, asegurándote de que cada una esté bien fija.
Baja el vehículo y aprieta las tuercas nuevamente:
Con el gato hidráulico, desciende el vehículo hasta que la llanta de refacción toque el suelo por completo. Da un último apriete a las tuercas para asegurarte de que estén completamente ajustadas, garantizando que la llanta esté firme y lista para circular.
¿Cuándo es el momento de acudir a un especialista tras una llanta ponchada?
Aunque cambiar una llanta ponchada en carretera puede ser una solución temporal efectiva, no siempre garantiza que el vehículo esté en óptimas condiciones para circular. Para prevenir riesgos y posibles daños adicionales, es recomendable que un especialista revise las llantas y el sistema completo. A continuación, te explicamos por qué.
Verificación de daños internos: Una llanta ponchada puede sufrir daños internos en su estructura que no son visibles a simple vista. Un profesional puede inspeccionar el interior de la llanta en busca de desgastes, cortes o deformaciones que podrían comprometer su rendimiento y seguridad a largo plazo.
Revisión del sistema de suspensión y alineación: El impacto que causa una llanta ponchada al tocar el suelo puede afectar otros componentes del vehículo, como la suspensión o la alineación. Un especialista evaluará estos sistemas para asegurarse de que la conducción sea estable y que el desgaste de las demás llantas se mantenga uniforme.
Evitar futuros riesgos: Conducir con una llanta ponchada que no ha sido revisada puede provocar problemas inesperados, como un desgaste irregular o un nuevo pinchazo. La revisión de un especialista minimiza estos riesgos, asegurándote un desplazamiento seguro y prolongando la vida útil de tus llantas.
Marpa Llantas: La llave para una conducción segura
Saber cómo cambiar una llanta ponchada es una habilidad que puede marcar la diferencia en situaciones de emergencia, mejorando considerablemente tu seguridad y la de tus acompañantes en la carretera. Con los conocimientos adecuados, puedes evitar contratiempos costosos y sentirte preparado ante cualquier percance en el camino.
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